En la margen izquierda se puede vivir mejor

Vivimos en la margen izquierda de aguas que dividen dos mundos que no pueden fundirse en uno. La humanidad vivió siglos en la de la derecha, hasta que algunos intuyeron que existía la otra orilla, desde donde las cosas se pueden ver y hacer de forma diferente. Unos experimentaron en el terreno a poca profundidad, otros cavaron más hondo con ayuda de la ciencia-

Mientras que la margen derecha es un límite para todo, en la de la izquierda no hay fronteras, sean éstas de razas, de oportunidades, de conocimientos, donde todos y todas pueden caber.

Esto lo sabemos porque conocemos ambas costas y queremos construir puentes entre las dos riberas para que pasen a este lado quienes quieran construir una sociedad de paz, igualdad, inclusión social y respeto a la naturaleza, una democracia que vaya más allá del voto.

Vemos que, en la margen derecha, el proyecto político principal es el de ganar dinero hoy, sin importar lo que ocurra mañana. Es el reino de la acumulación.

La margen izquierda no es el paraíso, pero tiene una brújula que apunta a un norte diferente. Señala una ruta en la que sí importa el planeta que legaremos a las generaciones venideras, donde la alternativa a la inseguridad es la convivencia entre los humanos y todas las otras especies vivas.

Quienes aquí habitamos no ponemos muros ni exigimos visa a quienes quieren vivir y trabajaren estas costas. Creemos en la hermandad de los pueblos y aborrecemos las guerras que siempre son causadas por intereses mezquinos. Desde hace un siglo se dice que la pobreza es la causa de las guerras y ninguna de ellas ha sido superada. Construyamos la posibilidad de la paz permanente.

En la margen izquierda, la de la distribución de esfuerzos y beneficios, queremos que sean respetados todos y todas y queremos desviar al planeta de su rumbo hacia la destrucción, adonde lo están llevando los almirantes y capitanes de un imperialismo que empieza una centenaria agonía.

Ayúdanos, porque nadie puede construir todo esto en forma individual. Como dice Michel Foucault: “El poder se construye en red”.