Imagen internacional y criptomonedas
Por Víctor Báez Mosqueira
“The Economist” es un semanario inglés de alcance internacional, fundado en 1843, cuyo objetivo es, según está escrito en su perfil, el de “servir a quienes toman decisiones en negocios y más allá”. Es, por describirlo de manera sucinta, un instrumento que aporta información que ayuda a empresarios y políticos encumbrados, a gente de la clase dominante, a tomar decisiones.
Su opinión es, por tanto, muy tomada en cuenta a la hora de decidir dónde se va a invertir y en qué, o dónde se va a evitar poner los pies, por diferentes motivos.
Del otro lado, tenemos a Santiago Peña, quien no desperdicia reunión empresarial internacional alguna para intentar convencer a sectores o individuos que vengan al Paraguay a invertir, describiendo a nuestro país como un paraíso para los negocios.
Pero la publicación del citado semanario, en su edición de fecha 20 al 26 de julio de 2024, contiene opiniones e informaciones que no se prestan a confusiones y que seguramente serán similares a lo que sus lectores piensan del Paraguay.
El artículo comienza diciendo que el país está acostumbrado a redadas por drogas y atracos a bancos. Habla sobre las cripto mineras y narra que , en Minga Guazú, robaron 150 computadoras sofisticadas que estaban depositadas en instalaciones fabriles cerradas, en desuso.
Dice que el Paraguay se ha convertido en la Meca de la cripto minería, porque sus impuestos son ultrabajos, su sistema legal es “desordenado” (calificativo bastante suave frente a la realidad), el precio de la electricidad es muy bajo y las herramientas que se necesitan pueden ser importadas de manera muy barata.
Afirma que el Paraguay es pobre, que tiene pocas industrias, pero que una parte del 50 por ciento de la energía generada por Itaipú que le corresponde al país y que está ociosa, está siendo utilizada por las empresas de ese rubro. Aclara, sin embargo, que solamente 50 cripto mineras pagan la energía que usan, ya que las demás no lo hacen. Agrega que la ANDE dice que esa energía no pagada vale 60 millones de dólares.
La descripción de las desigualdades y de la ausencia de una política de verdadero desarrollo llega a su punto más dramático cuando describe que Santiago Peña se refiere al Paraguay como el “centro de integración digital de América Latina y el mundo”, mientras “el 25 por ciento de su población sigue cocinando con carbón y leña”.
Un paréntesis sobre el país que gobierna Bukele
Como agregado nuestro, El Salvador, desde el 30 de noviembre del año 2000, ha adoptado al dólar norteamericano como moneda de curso legal. Desde junio de 2021, bajo la presidencia de Nayib Bukele, el bitcoin fue declarado también moneda legal. Aquí es preciso dejar constancia de que las criptomonedas, a pesar de las políticas que se esfuercen por legitimarlas, no dejarán de ser meros instrumentos de especulación. Hay dos requisitos que son irremplazables en una moneda: el monopolio y su uso obligatorio, Es imposible que los bitcoins tengan esos atributos.
Cuentan los nativos de ese país que, unos meses después de la última fecha citada, el gobierno de Bukele, para promover el uso del bitcoin, acreditó a cada ciudadano con DUI (documento único de identidad) un total de 30 dólares americanos, que no podían ser retirados de la cuenta, pero sí gastados. Esto produjo un gran escándalo, porque gente más experimentada pedía a la gente iletrada que les facilitaran los datos y les vaciaban las cuentas.
En Paraguay no se ha llegado aún a tal situación, pero resta saber si Bukele, en su próxima visita al país, no tiene el objetivo, entre otros, de propagandizar las criptomonedas, nuevo negocio de los pícaros cripto barones, cuya ”penetrante corrupción permitirá que escapen a las leyes”, según el semanario.. Como dato ilustrativo, “The Economist” comenta que , en mayo, en la frontera con Brasil, fueron descubiertas 2.700 computadoras en estantes esparcidos en el suelo o en camiones en fuga. El gran refugio ilegal estaba a menos de 3 kilómetros de la subestación de la ANDE (Administración Nacional de Electricidad)
Y el desarrollo del país?
Si bien los promotores de las cripto mineras hablan mucho de desarrollo, cabe preguntarse cuántos puestos de trabajo generan y cuánta energía consumen. Crean muy pocos empleos y gastan muchísima energía limpia que debería ser aprovechada para promover las pequeñas y medianas empresas que, en América Latina y el Caribe, crean el 60 por ciento de los empleos.
La cripto minería profundiza el modelo extractivista de la economía paraguaya y aumenta la deuda social y ambiental. Es la utilización de preciosa energía limpia para estimular nada menos que la especulación, dejando de crear los empleos que el país necesita con urgencia para la inclusión laboral, social y ambiental de sus habitantes.