EL DILEMA DE LA MARGEN IZQUIERDA

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Desde siempre, la margen izquierda ha sido referente en la cotidianidad de la vida como persona. Cuando estudiante desde las primeras letras hasta después, para ubicarme en el mundo la margen izquierda ha sido una referencia.

Con las primeras letras, una referencia fundamental era el margen izquierdo pues, a partir de ahí, a la derecha, comenzaban las oraciones que eran dictadas.  La distancia debía ser la correcta pues en caso contrario, se penaba bajando puntos. Nunca se supo si eso era cierto pero, de cualquier manera, había que ser muy cuidadoso y respetar el margen izquierdo.

Con el tiempo y avanzar, esto se fue relativizando en el cuaderno de notas pero, ha seguido siempre vigente en los cuadernos de tareas. Esto fue así en todo el ciclo inicial.

Ya en la adolescencia  el margen izquierdo tenía importancia en las formalidades que estaban aseguradas por las máquinas de escribir mecánicas. Por su parte, a la derecha siempre fue irregular. La margen izquierda del margen no era aceptado.

Para los apuntes personales el margen era relativo, pues generalmente a la izquierda del margen, iban los apuntes personales sobre los temas expuestos. El margen tenía así una nueva función, no solamente como referencia para iniciar la escritura, sino también, para dividir, lo que iba a la derecha y lo que iba a la izquierda.

Crecientemente la margen izquierda fue teniendo otros roles y sobre todo cada uno era responsable en donde la ubicaba. La izquierda del margen fue ganando territorio a costa de la derecha del margen. Cada uno era capaz de decidir en donde se establecía el margen, cada uno, con su práctica  se fue ubicando.

Cada uno fue estableciendo las pautas de su vida, no era necesario referenciarse en la Revolución francesa, para definir qué es lo que dividía la margen izquierda, para transitar a la izquierda o a la derecha de ese margen!

A los que tocó vivir parte de la dictadura colorada-stronista, todo pensamiento o actividades alternativas se consideraban que transitaban por la izquierda, mientras que, los sumisos y obedientes, que era lo correcto, transitaban por la derecha.

Desaparecida la dictadura esta cuestión creó confusión, ya que el margen ya no estaba establecido desde el poder y las personas se ubicaban alegremente a un lado u otro del margen, sin siquiera saberlo, sin cuestionarse, sin abrir alternativas. Hasta hoy día, para la mayoría, no resulta claro que es estar en la margen izquierda. Sin dudas, una absoluta confusión, pero una cosa es segura, no existe el “poncho juru” porque el medio no es posible, el margen se mueve. 

Pero, precisamente aquellos que se ubican en la margen izquierda o más allá, a la izquierda, son los llamados a desentrañar este embrollo y definir, por sus pensamientos y acciones, el significado preciso de que es lo que divide este margen. Que hace que la derecha sea derecha y la izquierda, izquierda. Esta es una tarea compleja ya que este margen durante un tiempo se corre hacia la izquierda para luego correrse a la derecha. Así como en los apuntes.

Este puede ser un ejercicio saludable, ubicarse en la margen izquierda y, desde ahí, iniciar un tránsito que amplíe ese “espacio” a expensas de la derecha, partiendo que a la izquierda del margen se construye democracia e igualdad mientras que, a la derecha,  se destruye.